Ya hace mucho tiempo desde mi último publicación aquí en este blog por falta de tiempo libre y también por falta de inspiración para procurar escribir en español. Pero de repente me ha impulsado poner mis pensamientos en este blog, y en español, porque ahorita estoy en un lugar que me ha enamorado mucho, y que siempre me ha causado acordarme todo el español que he aprendido.
Sí, yo estoy aquí en la ciudad de Zamboanga, que se ha nombrado como la ciudad latina de Asia, por causa de la cultura que se encuentra en esta ciudad que fue muy influida de España. Se observa que esta cultura, que antes fue muy ahogada en la influencia española, se manifiesta en muchas maneras, como en la comida, la religión, los nombres de las calles, y los edificios antiguos que se encuentra aquí. Pero, no hay otra manifestación que demuestra esa influencia muy fuertemente como la lengua que se habla aquí en Zamboanga.
Es la famosa lengua Chabacano que les han fascinado a muchas especialistas de la lengua española. Es fascinante por causa de que se ha preservado después de muchas generaciones a pesar de que la ciudad de Zamboanga ha sufrido invasiones, ataques de piratas, y otras ocurrencias en su historia que podrían causar problemas para una cultura relativamente extranjera. Chabacano sigue usando palabras que obviamente provienen de español, mas que esta palabras no se conjugan.
Asistí a una misa en Chabacano esta tarde, y fue una experiencia interesante, gracias a la liturgia que fue bastante entendible y las oraciones muy semejantes a las del español. Pero el hecho de que sea un lenguaje criollo se nota cuando se escucharlo: se ha mezclado elementos de bisaya, tagalo, e inglés en una manera muy fluida, como estas lenguas hubieran sido parte del chabacano. Escuchando a este lenguaje que todavía se usa en las calles es una experiencia que sólo hay en Zamboanga.
Mientras tanto, como un fenómeno nacional, la lengua tagala ya está ganando poco a poco como la lengua más usada en muchos lugares, y Zamboanga no es una excepción. No sé si es por causa de la inmigración de tagalos o porque la lengua es bien usada en la media nacional. No hay algo mal para promover una lengua que proveer una manera de comunicar al resto del pueblo filipino, pero no es una cosa muy agradable si se hace esto al costo de disminuir el uso de los lenguajes locales. La pérdida de un lenguaje será el comienzo de la pérdida de la cultura a la que pertenece.
Espero que, mientras el gobierno nacional filipino sigue implementar esfuerzos muy duros para crear un entorno más agradable para el turismo, no se olviden que las lenguas y culturas locales merecen la atención especial. No tiene sentido promover un lugar a las turistas aparte de las culturas que verdaderamente dan este lugar su propio corazón, su propia alma, y su propia vida.
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