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Procrastinacion, y porque tengo que evitar hacerla

Desde la primera oportunidad de servir la capacidad de ser funcionario del gobierno como medico en el servicio publico de salud, no he buscado ninguna solucion de este problema: procrastinacion. Es decir, la tendencia de demorar trabajo que se te ha delegado como deber oficial y esencial.

Dejenme explicar: esta semana fue fatal.

Cumplir la responsabilidad de manejar una oficina con personalidades distintas y deberes mas desafiantes me ha costado mucho al considerar todo el esfuerzo que he dedicado a mi trabajo. Y la situacion sigue asi, aunque intento relajarme cada noche en varios formas. Cada dia se acaba, dandome la cuenta de que fue fatal.

Pero aunque se llena mi mente con estos sentimientos muy deprimentes, a veces, pensar en como ayudar y aliviar a la gente mi trabajo bastaria darme razones para quedar. Yo se profundamente, que, como medico en un lugar donde se carece obreros dedicados a la salud publica y donde las montanas impiden al pueblo el acceso de varios servicios del gobierno, tengo un deber, que siempre toca a mi consciencia social.

Es servir al pueblo. Sin esperar de que yo reciba algo como paga.

Es proveer la salud que al pueblo le importa y le pone mucha importancia, inmesurable ni  incomparable de riqueza ninguna.

Es dar una sonrisa, inolvidable, a los ninos y sus padres, que siempre te ofrecen gracias despues de ofrecerles consejos para mantener la salud.

Hacer mi trabajo, ya se muy bien, me toca a mi paciencia. Pero, no hay que quedarse cansado. Porque creo que todo lo que hago, siempre que esto todo sea para que alcance la gente de Sablan la salud que desean, que merezcan.

Y cumplir todo esto si es una galardon sin igual.

6 de abril de 2013
ciudad de Baguio, Filipinas

Zamboanga y su cultura en transición

Ya hace mucho tiempo desde mi último publicación aquí en este blog por falta de tiempo libre y también por falta de inspiración para procurar escribir en español. Pero de repente me ha impulsado poner mis pensamientos en este blog, y en español, porque ahorita estoy en un lugar que me ha enamorado mucho, y que siempre me ha causado acordarme todo el español que he aprendido.

Sí, yo estoy aquí en la ciudad de Zamboanga, que se ha nombrado como la ciudad latina de Asia,  por causa de la cultura que se encuentra en esta ciudad que fue muy influida de España. Se observa que esta cultura, que antes fue muy ahogada en la influencia española, se manifiesta en muchas maneras, como en la comida, la religión, los nombres de las calles, y los edificios antiguos que se encuentra aquí. Pero, no hay otra manifestación que demuestra esa influencia muy fuertemente como la lengua que se habla aquí en Zamboanga.

Es la famosa lengua Chabacano que les han fascinado a muchas especialistas de la lengua española. Es fascinante por causa de que se ha preservado después de muchas generaciones a pesar de que la ciudad de Zamboanga ha sufrido invasiones, ataques de piratas, y otras ocurrencias en su historia que podrían causar problemas para una cultura relativamente extranjera. Chabacano sigue usando palabras que obviamente provienen de español, mas que esta palabras no se conjugan.

Asistí a una misa en Chabacano esta tarde, y fue una experiencia interesante, gracias a la liturgia que fue bastante entendible y las oraciones muy semejantes a las del español. Pero el hecho de que sea un lenguaje criollo se nota cuando se escucharlo: se ha mezclado elementos de bisaya, tagalo, e inglés en una manera muy fluida, como estas lenguas hubieran sido parte del chabacano. Escuchando a este lenguaje que todavía se usa en las calles es una experiencia que sólo hay en Zamboanga.

Mientras tanto, como un fenómeno nacional, la lengua tagala ya está ganando poco a poco como la lengua más usada en muchos lugares, y Zamboanga no es una excepción. No sé si es por causa de la inmigración de tagalos o porque la lengua es bien usada en la media nacional. No hay algo mal para promover una lengua que proveer una manera de comunicar al resto del pueblo filipino, pero no es una cosa muy agradable si se hace esto al costo de disminuir el uso de los lenguajes locales. La pérdida de un lenguaje será el comienzo de la pérdida de la cultura a la que pertenece.

Espero que, mientras el gobierno nacional filipino sigue implementar esfuerzos muy duros para crear un entorno más agradable para el turismo, no se olviden que las lenguas y culturas locales merecen la atención especial. No tiene sentido promover un lugar a las turistas aparte de las culturas que verdaderamente dan este lugar su propio corazón, su propia alma, y su propia vida.